Verde que te quiero verde, SL

Acerca de la finca

La demostración de que la juventud y la experiencia no están reñidas es Guillermo Gómez González, un profesional que ha creado una empresa en torno a la agricultura ecológica que no solo da de comer ya a varias familias, sino que también ha logrado colocar sus productos en lineales de grandes superficies. El secreto: formación y cabeza. 

 Verde que te quiero verde es el curioso nombre de la empresa de Guillermo. Posee fincas en ecológico en San Mateo, Moya, Santa Brígida y en Telde, todas en arriendo salvo la de Moya, que es de la familia. En concreto, la de Telde se encuentra en la zona de Maipez, junto al área industrial, una propiedad distribuida en varios niveles y donde nacen, sobre todo, hortalizas.  

 La vocación le viene desde pequeño. La finca de Moya es de la familia desde hace años y, con el tiempo, se decidió a seguir la tradición y estudió ingeniería agrícola. Con el objetivo de satisfacer la necesidad de las grandes superficies que demandan cada día más hortalizas ecológicas, nació Verde que te quiero verde, una empresa que dota al mercado del ‘ABC de las hortalizas’: las verduras para la fritura, la ensalada y el potaje.  

 “La idea es intentar ofrecer este ABC durante todo el año, en la medida de lo posible”, comenta Guillermo. “Intentamos dar estabilidad en el mercado, empleando siempre sistemas de envasado sostenible”. Uno de estos sistemas consiste en una malla de celulosa, más resistente que otros paquetes de papel y totalmente ecológica. 

 Guillermo cultiva en ecológico “por convencimiento”. Comenzó su actividad en 2017, año en que solicitó la subvención de jóvenes agricultores y se lanzó a la aventura con la empresa. “Muchos de mis compañeros de estudios son técnicos en instituciones o comerciales de marcas de productos, pero a mí me nace este mundo y tengo el ejemplo de mi abuelo, que también era ingeniero agrícola”. 

Calendario de producción

Guillermo Gómez González

Forma de comercialización

Tiendas ecológicas, herbolarios, Dinosol ecológico y Lidl
Marca
Verde que te quiero verde

Verduras y hortalizas

Lechuga – bratavia, de cogollo rojo, de cogollo verde y normal, puerros, hinojo, apio, remolacha, papas, col blanca y col lombarda, coliflor, brécol, cebollas, calabazas, diferentes variedades de tomates, calabacín, habichuelas, pimientos y pepinos

 La idea de la empresa la tenía clara: “la mayoría de las hortalizas ecológicas vienen de la Península, cuando las condiciones en Canarias son tan buenas para muchas de ellas”. Vista la oportunidad, lo demás fue andar el camino. Actualmente tiene 6 empleados, de los que uno es comercial y otro se dedica a la distribución. “Pero incluso ellos, cuando es necesario, se arremangan y se meten a trabajar en la tierra”. 

 Su socio, Alejandro, no dudó en apostar por la empresa, en la que también trabajan su hermano y su padre. Por épocas, de forma puntual, puede necesitar contratar más mano de obra, aunque no es lo habitual. “Si hay que hacer un asadero para recoger unas papas y traer a los amigos, pues se hace”, comenta Guillermo entre risas. 

 Las variedades que plantan son lechuga -bratavia, de cogollo rojo, de cogollo verde y normal, entre otras, de las que recoge unas 500 unidades quincenales-, puerros, hinojo, apio, remolacha, papas, col blanca y col lombarda -unas 400 unidades quincenales-, coliflor y brécol y plantan cebollas por cada cuatrimestre del año, unas 80.000 unidades cada 4 meses. También tienen calabazas, diferentes variedades de tomates, calabacín, habichuelas, pimientos y pepinos. Estos productos los comercializa n tiendas ecológicas, herbolarios e, incluso, en varias grandes superficies como Dinosol ecológico y algunos de los productos también en Lidl. 

 El oidio, el mildio, el pulgón y la mosca blanca se encuentran entre los enemigos de los cultivos. Los productos que suelen usar para mantener a raya a los posibles invasores son jabón potásico, aceite de naranja, tierra de diatomeas y poco más. “No solemos usar casi productos y, de hecho, en análisis recientes que hemos realizado para obtener la certificación Global Gap, el resultado fue que no hay ni trazas de productos químicos”, afirma el agricultor. 

 Para generar su propio estiércol, en la finca de Telde tienen varias cabras, que ya forman parte de la familia de Verde que te quiero verde 

 “El auténtico problema de lo ecológico son las malas hierbas, que es lo que te obliga a tener dos o tres personas dedicadas a quitarlas”, afirma Guillermo. “Los demás gastos los puedes afrontar, pero la mano de obra es lo que más encarece los gastos en fincas como esta”.  

 Sobre el agua, “el gran problema es conseguirla, más que su precio en sí”. Aquí, en Telde se abastecen de agua desalada que llega desde la red del Cabildo de Gran Canaria, pero reconoce que en otra de sus fincas ni siquiera pueden regar porque no les llega el líquido. Riegan por goteo, para optimizar el uso del agua, si bien en otra de sus fincas también riegan por aspersión y usan malla anti hierba. 

 Verde que te quiero verde dispone de cámaras para los productos recolectados hasta ser enviados a los clientes, y tractores para la tierra. Además, disponen de sistemas de envasado que gestionan en sus instalaciones, por lo que la maquinaria de que dispone la empresa es amplia.