Bioaloe Canarias – Finca Tamanat

Acerca de la finca

Empezaron en 2008, limpiando y preparando el terreno. En 2010 plantaron 4 plantas de aloe y ahí empezó todo. Ahora son 8.000 plantas, en un entorno idílico, en el barranco del Mahoncillo, con el mar al fondo y un manto amarillo bellísimo que ha dejado la primavera. Manuel Alonso y Teresa Gandía iniciaron esta aventura con la compra de la casa familiar, situada en el municipio de Moya. Una casona con más de 100 años de antigüedad y un terreno de 10.000 metros cuadrados que era un completo erial y que ahora produce 50.000 kilos anuales de aloe vera ecológico. Aunque aún se ocupan de mantener la explotación en todo su esplendor, son sus hijas, Sirlene y Olga, quienes están recogiendo el testigo y estudiando la puesta en marcha de nuevos proyectos de futuro. La empresa y su marca Bioaloe Canarias – Finca Tamanat, continuará con ellas. 

La familia Alonso Gandía empezó cultivando otros productos pero pronto se decidió por el aloe y por su cultivo ecológico, “porque el aloe es una planta que siempre ha estado en Canarias pero nunca se había utilizado”, explica Manuel. Conocieron sus ventajas, las que tiene sobre la piel y la salud en general y adoptaron el dicho de que el aloe es la farmacia de la naturaleza, por sus beneficios para tratamientos de todo tipo. La idea de plantar aloe partió de Sirlene y de Olga y enseguida optaron por hacerlo de forma ecológica. “La naturaleza es muy sabia y todos los beneficios que se buscan obtener con la química, los da de igual modo la naturaleza”, asegura Sirlene. 

Entre las múltiples ventajas que tiene cultivar aloe vera destaca su inmunidad a casi todas las plagas. Manuel Alonso explica que tiene una serie de sustancias que la protegen de marcas en la piel y de infecciones internas, “es muy fácil producir el aloe de forma ecológica”, dice. “Hay que tener en cuenta, no obstante, los nutrientes que se le deben poner a la tierra, porque deben ser productos naturales, entre ellos nosotros usamos algas y restos del mismo aloe para enriquecer la tierra”. 

Calendario de producción

Familia Alonso Gandía

Forma de comercialización

Actualmente lo venden a empresa de transformación aunque quieren empezar con venta directa.
Marca
Bioaloe Canarias

Verduras y hortalizas

Aloe Vera

En palabras de Manuel Alonso, el aloe es como la platanera, necesita agua, deshijar, limpiar de hierbas y cortar para cuando haya venta y una atención de limpieza, mantenimiento y riego continuo en cantidad diferente, según la humedad y la época del año.

 

La excelente calidad del aloe que produce la finca Tamanat, se debe a su ubicación en un barranco y a su cercanía al mar, ya que las plantas se nutren de yodo y eso es una gran ventaja para su desarrollo en las mejores condiciones. A esto se une la temperatura media que se da en el barranco, que se mantiene todo el año entre los 14 y 15 grados de mínima. Y es que el aloe no puede estar a menos de 10 grados de temperatura porque la planta muere.

Aunque Sirlene y Olga no descartan, en un futuro, entrar en la transformación del aloe que producen, en la actualidad lo que hacen en la finca es plantar, recoger y vender a un laboratorio del sur de la isla. Buscar canales de venta directa del producto sin transformar, es uno de los proyectos que la marca Bioaloe Canarias tiene previsto poner en marcha. “Hemos visto que las hojas de aloe están empezando a tener presencia en los mercados y supermercados y nos parece un canal interesante”, explica Sirlene.

El otro proyecto que quieren poner en marcha este mismo año, es abrir la finca a las visitas guiadas, de tal manera que la gente conozca como es una explotación agrícola ecológica y los valores que aporta el entorno, el paisaje, la flora autóctona, la fauna, ese plus, en definitiva, que la agricultura ecológica da al entorno. “Nuestro objetivo es que los visitantes puedan apreciar cómo se pueden mantener esos sistemas de forma natural y los ciclos biológicos de una manera más integrada. Hay que aliarse con la naturaleza aprovechando e integrando lo que ofrece, adaptándote a sus ciclos, a cosas tan sencillas como dejar crecer las llamadas “malas hierbas” en verano porque van a proteger la planta. Se trata de sincronizarte un poco más con los ciclos de la naturaleza. Eso es lo que nos gustaría mostrar a los escolares y también a los estudiantes universitarios que ya nos han visitado en varias ocasiones de diferentes países europeos, sobre todo franceses.